Esta semana termina "Escenarios Educativos con Tecnología: entre lo real y lo posible", el primer curso abierto y masivo en línea organizado por el CITEP (Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía) de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Una experiencia totalmente dinámica, abierta, interactiva, (trans)formadora.
¿Qué huellas "narrativas" deja esta experiencia en mí?
Haciendo un recorrido por estas cuatro semanas bien intensas, y a la vez tan placenteras, en el que el único limitante fue el tiempo que apremia especialmente en esta época del año (que por lo general es de "cierres", más que de "aperturas"), puedo dar cuenta de varias impresiones en mi propia trama narrativa tras el paso por este curso.
Entre escenarios de inspiración, interacción, producción, creación y comunidad, fuimos dialogando con nosotros mismos y otros, creando significados colectivamente. Mi participación personal se vio motivada especialmente por la flexibilidad que dichos escenarios y el entorno presentaban. Indagué y profundicé temas que especialmente me interesaban, como los PLE (Entornos Personales de Aprendizaje, en castellano) y el Movimiento Abierto y MOOC; o que me preocupaban y a los que aún no les había encontrado respuesta satisfactoria, como la evaluación mediada por tecnología, o las licencias y la problemática de la propiedad intelectual. Las exposiciones de Marilina Lipsman y Beatriz Busaniche, por ejemplo, iluminaron mi pensamiento sobre estas últimas temáticas.
En el camino también me encontré con algunas otras "perlas blancas", esos recursos que me interpelaron y movieron mis esquemas, esas palabras que transformaron las mías, como Carina Lion y sus huellas cognitivas, o Patricio Lorente y el caso de Wikipedia.
Las actividades que me invitaron a participar con mayor compromiso fueron las de carácter colectivo, colaborativo. Y creo que esto tiene que ver con la co-responsabilidad que origina y demanda el trabajo en comunidad, los lazos con otros. Además, hubo otras oportunidades de interacción con los participantes, desde las redes alrededor de objetos (como los videos) hasta los comentarios en los blogs personales. Qué satisfacción ver que nuestras reflexiones generaban otras re-adaptadas, mejoradas, enRedadas!
Es así como la participación en entornos abiertos y distribuidos, la mirada mental y el diálogo con otros, con distintas perspectivas, el compartir experiencias y proyectos, el trabajo y la creación conjunta, en definitiva la apertura y conexión, nos invitan a reflexionar sobre nuestras propias prácticas profesionales, a mejorarlas, a innovar. Es momento de experimentar y documentar el cambio, la transformación.
Punto y coma...
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